LA MUJER Y SU SIMBOLISMO ARTÍSTICO

Este espacio tratará TODOS los aspectos que involucran a la mujer en el arte, desde sus inicios cuando era discriminada hasta hoy día en que las expresiones artísticas de la mujer han llegado a ser reconocidas universalmente y que han marcado puntos de gran relevancia en la Historia del Arte.

martes, 18 de septiembre de 2012


Las Academias eran los lugares establecidos en la época para la formación de los artistas y el acceso a las mismas era controlado al máximo por los propios miembros que defendían así sus prerrogativas frente a otros artistas y sobre todo frente a las mujeres, restringiendo su incorporación o evitando su nombramiento como miembros de pleno derecho. Las mujeres que obtenían el privilegio de formar parte de las Academias (Angelica Kauffmann, Elisabeth Louis Vigée-Lebrun) tenían prohibida la asistencia a las clases de desnudo. Esto dificultaba el acceso a una sólida formación, que incluía el estudio del natural, de la que sí disfrutaban en cambio sus colegas varones. Por este motivo las mujeres no podían consagrarse a géneros como la pintura de historia o mitológica, que implicaban un conocimiento pormenorizado del cuerpo humano, viéndose obligadas a cultivar géneros considerados "menores" como el retrato, el paisaje o la naturaleza muerta, a la vez que se les cerraban las puertas del éxito ya que en los Salones y concursos eran especialmente valorados los grandes temas históricos o mitológicos.
Tampoco tenían la facilidad de sus compañeros para realizar largos viajes al extranjero que completasen su educación artística porque era impensable que las mujeres viajasen sin la compañía de algún familiar o se mostrasen solas en público.
En el siglo XIX crece el número de mujeres dedicadas al arte y se afirma en la sociedad la idea de la mujer artista, pero es un siglo de grandes contradicciones pues, si bien la mujer va adquiriendo derechos sociales, laborales, económicos, por otro lado el restrictivo modelo femenino victoriano relega a la mujer al papel de esposa, madre y ángel del hogar.
Continúan teniendo los mismos problemas para acceder a las Academias, pero surge otro tipo de entidades de carácter más liberal como las sociedades de artistas en general y las asociaciones de mujeres artistas en particular, que se crean para defender, sobre todo en este último caso, los intereses de estas mujeres instituyendo premios y bolsas de estudio, organizando exposiciones y luchando contra la discriminación de los organismos oficiales. También algunos maestros aceptan mujeres en sus talleres como el caso de Jacques Louis David pero hay cada vez más mujeres artistas que poseen un estudio propio (o compartido con otras compañeras), un espacio donde poder trabajar y donde las más famosas aceptan pupilas como el ya comentado de Adélaïde Labille-Guiard.
En la segunda mitad del siglo las grandes Escuelas de Bellas Artes comienzan a aceptar mujeres, pero aumentando para ellas las cuotas de inscripción y manteniendo la prohibición de copiar desnudos del natural.
Con la vanguardia artística francesa, proliferan en París los talleres y escuelas que mantienen contacto con los focos de la bohemia y alguno de los cuales abren aulas femeninas como por ejemplo el Estudio de Charles Chaplin (donde estudia Mary Cassatt) o la Académie Julian. El Impresionismo atrae también a algunas mujeres como Berthe Morisot o Mary Cassatt alumnas de Manet y Degas respectivamente.

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