LA MUJER Y SU SIMBOLISMO ARTÍSTICO

Este espacio tratará TODOS los aspectos que involucran a la mujer en el arte, desde sus inicios cuando era discriminada hasta hoy día en que las expresiones artísticas de la mujer han llegado a ser reconocidas universalmente y que han marcado puntos de gran relevancia en la Historia del Arte.

martes, 6 de noviembre de 2012

Obra original a reinterpretar

Ensayo Reinterpretación


AUTOR: Robert Clay.
NACIONALIDAD: estadounidense.
RESOLUCIÓN DE LA FOTOGRAFÍA: 1670 x 2512 pixeles.
TÉCNICA: Foto arte.
PALABRAS CLAVE DEL TRABAJO: Ojos, jóvenes, mujer, blanco, solitario, soltero, Satanás, rojo, retrato, persona, uno, cuello, labios, señora mayor, cuernos, infierno, cabeza, niña, sexo femenino, colmillos, cara, maldad, diablo, demonio, caucásico, sangre, adulto, sistema óseo.
La obra elegida es una fotografía del estadounidense Robert Clay, quien ha plasmado en varias de sus fotos mujeres vestidas como demonios, sacando a lucir esa parte maquiavélica que todos tenemos, pero que nadie quiere reconocer.

Ángeles y demonios han existido en la historia del arte desde tiempo remotos, las representaciones mitológicas han sido una expresión del hombre de justificar todo aquello que no puede explicar desde lo que para él es conocido. Esto visto como el dualismo entre el bien y el mal, lo que para uno es luz y oscuridad, el hombre y la mujer complementos opuestamente perfecto que con solo unirse son capaces el uno con el otro de generar que la vida en la tierra sea perpetuada, siendo ella quien mayor capacidad tiene de sentir dolor.

El arte ha hecho eterno en el tiempo todos esos pensamientos, deseos y deliberaciones de la mente que han atravesado por las cabezas del hombre en algún momento de la historia. La mujer ha sido musa de grandes obras que han buscado plasmar ese momento estéticamente perfecto producido por una mujer, lo que ella representa en las almas de los hombres así la sociedad le grite lo contrario.

Un demonio vestido de mujer, una representación de lo que tememos encarnada en algo que podemos llegar a amar o a odiar tanto. La representación artística de una mujer como un demonio nos recuerda esa parte creadora también capaz de destruir, pero sería cobarde no reconocer que esa parte maquiavélica existe en las profundidades de todas las almas y que necesita ser sanada en todos y cada uno. Por eso mi reinterpretación busca más que interpretar, es crear ese complemento femenino, ser también la oscuridad de ella como ella lo es de él, así cuando es también su luz, incondicionalmente en la luz y en la oscuridad es el hombre, capaz de brillar con ella, ser su parte, de ser con ella un todo.           

El cómo representación de su fuerza traducida en un cuerpo más burdo y por ende destinada a brillar a su lado.
Un yin yang, que sin su parte negra estaría incompleto como aquel demonio femenino que no tengo a su demonio masculino para que brille con ella en esa oscuridad que yace en el fondo de sus almas.                        

Busqué exaltar también la importancia de la mujer en el arte, su parte masculina, esa rudeza propia de los demonios femeninos que, sin ella veríamos a la mujer aún siendo minimizada por el hombre, siendo opacada y poco tenida en cuenta. Con éste paralelo y complementación artística quiero comunicar que la parte masculina en una mujer es mucho más fuerte que la femenina en los hombres, es ese poder que las lleva a ser tan especiales e importantes en la vida, en la historia y en el arte, entonces con la foto busqué sacar a relucir esa cualidad de las mujeres, que representada como un demonio femenino, tiene mucho más peso dentro de mi trabajo, porque nunca hemos visto a una mujer demonio débil o siendo opacada por el hombre, ¿o sí?   

Reinterpretación